El pasado 5 de agosto se llevaron a cabo las Fiestas Patrias de Fundación, un evento que cada año reúne a este municipio magdalenense en torno a una celebración que es antecedida por la Gran Cabalgata, en la que terratenientes de la zona exhiben a sus mejores ejemplares.

Ese mismo sábado, 5 de agosto, día de fiesta para los poco más de 80 mil habitantes de esta población, en la Alcaldía le madrugaron al trabajo. A las 7:03 a.m. (una hora antes de que la entidad abre sus puertas al público en un día común y corriente) subieron en el Sistema de Contratación Pública (Secop) la comunicación en la que informaban al representante legal de la Fundación Teatral Tapa y Caja que le habían adjudicado el contrato por 13 millones 950 mil pesos.

El objeto del contrato era para encargarse del transporte ida y regreso de los caballos que vinieran de municipios distintos, pagar las caballerizas y darles refrigerios a los caballistas.

Pese a la pequeña cantidad de los recursos invertidos para un municipio, llaman la atención varios aspectos de este proceso.

El primero de ellos es que el contrato fue adjudicado 7 horas antes de que se iniciara La Gran Cabalgata, que se llevó a cabo ese mismo día a las 2:00 p.m. De modo que el contratista contaba con pocas horas para firmar el contrato, presentar los documentos de rigor que le solicitaran y pagar pólizas para luego sí coordinar con el organizador del evento una logística que, por la hora, ya se hubiera tenido que haber llevado a cabo.

En los estudios previos publicados en Secop no se indica en ningún lado descripción alguna que permita una idea de cuántos caballistas de otros municipios participaron en el evento, ni los valores de las caballerizas, ni algún otro dato que permita hacer una idea que justifique el gasto de los 13.9 millones de pesos.

Zona Cero consultó a varios ganaderos que participaron en evento, quienes aseguraron que ellos asumieron los costos de su transporte, lidia y alimentación de los animales, y que no figuraron en un listado para recibir refrigerios o caballerizas para guardar a los animales. “Los caballos permanecen en el remolque o algunos los mantienen en casas de amigos y familiares, que tienen grandes patios. Eso nunca ha sido inconveniente”, dijo uno de ellos que prefirió mantener su nombre en reserva.

Otro aspecto que llama la atención es que el contratista beneficiado, Héctor Joaquín Barreto Yépez, no es el organizador del evento, pues este lo organizó otra persona identificada como José Luis Bornacelli.

Al consultar al verdadero organizador, este reconoció la labor del contratista y dijo que “él organiza y yo le colaboré en la cuestión”.

“Toda la vida se le ha dado el transporte a la gente para que vengan, se les colabora a la gente con transporte ida y vuelta. Hay caballos que vienen desde afuera que no se vienen el mismo día, se quedan ahí en la feria y se les da lo que es la comida”, señaló el organizador.